...porque los que saben contar historias pueden cambiar el mundo. Y aquí tenemos los bolsillos llenos de ellas.

(Amaranta)

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...no sé contar las cosas intangibles, pero puedo enumerar todas las que se me quedan en la piel.

(Estrellada)

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... y las arenas atrapahombres, y el sabor a sal, origen de todas las cosas.

(MA)


domingo, 19 de julio de 2015

SUEÑOS 2


Y ahí no mando yo. La mayoría de la veces lo hago sin querer, surge y ya está. Fue un don heredado de mis abuelos, los que emigraron a Francia procedentes de Valencia; judíos sefardíes, expulsados de un reino milenario. Guardaban los poderes de varias generaciones entre sus genes. La magia, la potestad de influir. A mí me dejaron la capacidad de poseer a través de los sueños.
Las noches de domingo no me gustan, me asustan. Me sumergen en la premonición de una realidad depredadora, por eso me perfumo y me acicalo con notas orientales de azafrán y melocotón antes de salir.
Anoche te descubrí confuso y silente al fondo de la barra, sosteniendo aquel brebaje anaranjado. Me acerqué a ti, te pedí fuego. Te hubiera besado allí mismo, hasta consumirte, pero tú no me viste. Prendiste distraído el extremo de mi cigarro sin percatarte de que me aspirabas. Invisible para ti, roce tu mano dándote las gracias.

Por eso te esperé anoche en el fondo de tus sueños. Y hoy, y mañana.

viernes, 12 de junio de 2015

SUEÑOS

Ni siquiera es vuestro el poder de joder a cualquier hombre; sí, lo acepto. Lo mismo que acepto la lluvia o las noches sin dormir.

Este lunes me desperté confundido y con la boca confitada. El domingo fue una noche más de insomnio, pero esta vez fue placentero, dormí poco pero de una manera acompasada.
 
Lo extraño fue despertar con un regusto en la boca a melocotón y azafrán, y las sábanas sucias.

Ahora que ya llegó el calor duermo en pelotas, por lo tanto las manchas en las sábanas fueron debidas a una polución nocturna, cosa que no me pasaba desde ni recuerdo cuándo. Busqué el origen de todo eso en mis sueños hasta que di con él. Había soñado con un cuerpo, con una mujer de tetas adolescentes y coño de funambulista, con una mujer de lenguaje lascivo y bemba provocadora. Seguí desmadejando el sueño a pesar que el muy cabrón desaparecía cuanto yo más intentaba visualizarlo: tuve sexo con esa mujer aunque estoy convencido que ni siquiera llegamos a follar, fue sexo de caricias y lenguas, fue sexo de abrazos y palabras. Mi lengua y su lengua buscaban y encontraban todos los agujeros de nuestros cuerpos, mis manos y sus manos se aprendieron las virtudes y los defectos de nuestras pieles. 

La verdad es que fue una manera poco salvaje de desquitarme con esa mujer, la verdad es que fue casi dulce.

Jamás pensé que unas imágenes o unos recuerdos me provocarían excitación onírica. A mí es fácil ponérmela dura, lo reconozco, con fotografías, con palabras, con acentos, con pensamientos, cualquiera de esas armas femeninas es capaz de empalmarme, pero hasta ahora ninguna mujer se había metido dentro de mis sueños.

Ahora ya es tarde para prohibirme que te piense, ya no es cosa mía ni de mi polla, ahora es cosa de mis sueños, y ahí no mando yo.

miércoles, 27 de mayo de 2015

MILFs Y JOVENAZOs

Con el tercero llegó la discordia. Él prefería no hablar de la tercera, claro, porque ella solo era una amiga, especial, pero una amiga; no como el treintañero que rondaba a su pareja, ese jovenazo de anuncio de patatas sin gluten,  que además de follársela la escuchaba y la admiraba.
Propio de ti, atacar para defenderte, se dijo contemplándose frente al espejo del salón. Mientras, ella no paraba de hablar, ofendida, iracunda. Apenas la escuchaba. Hablaba de forma controlada y altiva como quien se sabe con razón en lo que dice, como quien fundamenta sus hipótesis en verdades irrefutables comprobadas término a término.  

- No me defenderé, solo voy a decirte dos cosas: Una, yo no busco víctimas, busco compañías. Dos, mis tetas, están perfectas, y se ve que hace mucho que no me miras el  culo.

Mientras la miraba de cintura para abajo, pensando en lo torpe que había sido en su ataque estéril y blandengue, escuchó como si fuera una sentencia de muerte:

-     -  Lleva razón el tonto del pueblo: El mundo gira en torno a un agujero, que además ni siquiera es vuestro.



lunes, 25 de mayo de 2015

EL TERCERO

Delirante de ginebra, o de ron, o de moscatel, o de cualquier otra bebida que te cierre los poros del entendimiento y te da el valor de salir a buscar otra víctima. Y el problema lo tienes tú, reconócelo. Yo ya no te sirvo, después de tantos años y ya no te sirvo. Ahora solo quieres pollas jóvenes entre tus piernas, solamente piensas en que te empotren, en que te follen, no quieres que te hagan el amor, sí, has entendido bien: hacer el amor. El sexo oral es la expresión de amor más profunda que existe, te regalo placer a cambio de nada, por eso odias que te coman el coño.

Y no te quieres enterar que el tiempo pasa para todos, a ti se te caen las tetas y a mi el pelo, a ti se te estría la piel del culo y a mi la del alma. Pero tu eres muy sibilina, sabes esquivar los estragos, te pones un sujetador dos tallas menos o te cruzas el bolso por delante, aunque lo único que consigues es que te miren las tetas (eso te encanta) y no te miren los ojos, porque llevas el miedo a la crisis de los cuarenta perfilado en tus pestañas. Te tiñes el pelo de rubio y te alisas los tirabuzones, aún sabiendo que en quince días las canas y esas ondas rebeldes volverán a aparecer.

Y ahora estás ahí, con ese treintañero, él te devora con la mirada tal y como deseas, en su cabeza piensa que hoy es su día de suerte, que hoy triunfará con esa milf tan potente. Pobre, no sabe que la que manda eres tú. En cuanto empiece a crecerse lo desarmarás preguntándole a bocajarro: ¿quieres follar?


El tonto del pueblo sigue desgranando técnicas de nigromante: Dos de cada tres personas en el mundo somos tu y yo, entonces ¿porqué siempre te encuentro con el tercero?


domingo, 17 de mayo de 2015

...ELLA


Nadie le come el coño a las putas. Esas fueron las últimas palabras con las que me obsequiaste ayer, antes de que saliera disparada de allí con dos braguitas y el cepillo de dientes dentro de una bolsa del super. Pero qué más da. Al fin y al cabo no me gusta que me coman el coño, ¿o tampoco eso has llegado a entenderlo? Y para tu información te diré que solo soy puta a partir de las 24:00, cuando todo está permitido y la luna acompaña al olvido, o cuando el chico merece la pena. Tú dejaste de merecerla en el mismo instante en que  decidiste que los mismos pendientes de plata con amatistas eran un regalo ideal para mí y para tu compañera de trabajo.
Todo lo demás ya no cuenta. Lo único que me queda es el recuerdo de un gin-tonic a media tarde en un pequeño local mientras tus ojos atravesaban mi escote y tu respiración hablaba por ti, delirante de ginebra.

martes, 12 de mayo de 2015

DICEN...

Dicen que nadie le come el coño a las putas. Claro, que eso qué más da. Nunca te ha gustado que te coman el coño. Tampoco eso lo entendí nunca. Decías que preferías tenerme cerca, junto a tu boca, que te gustaba sentir el peso de mi cuerpo sobre ti y mi respiración jadeante en tu oreja.
Fue todo tan rápido. Una espiral  que nos arrastró en dos citas clandestinas. Mientras saboreábamos un gin-tonic a media tarde, en aquella tabernita solitaria, rozándonos las rodillas como sin querer, me preguntaste,  solo por preguntar, si me apetecía follar contigo ahora, en aquel mismo instante. Lo hiciste como lo haces todo, sin previo aviso.
Aunque no hubieras llevado puesta aquella camisa negra desabotonada en sus tres primeros ojales y con las tetas a punto de hacer estallar los otros tres, me habría sido imposible negarme a esa mirada de gata sobre el tejado, delirante de ginebra.


jueves, 7 de mayo de 2015

LAS TRES ÚLTIMAS


No querer a nadie es ser libre, me escribías en los márgenes de unos graciosos billetes de curso legal. Ahora lo único que me queda es alguna canción de verano, la fotografía que te robé con el móvil y las resacas del domingo; éso es lo más civilizado que nos ata, todo lo demás está guardado en rotas maletas de nailon, mis papeles en cajas de zapatos, tus revistas y tus braguitas en bolsas recicladas del Primark. Parece todo tan provisional que quizás fue mentira.

En los bolsillos de los pantalones todavía almaceno unas piedras de nuestra playa, aquellas piedrecitas que te encajaba en el hueco del ombligo y que eran el paso preliminar antes de morirnos un poco más.

Por mi calle pasrá una chiquilla que lleva el pelo igual que tú y me recordará las veces que te ayude a despeinarte. Un vicioso anónimo en el autobús explorará tu culo, fabricándose una erección entre dos paradas, y desempolvaré la imagen de mis manos reptando por tus caderas. 

El tonto del pueblo parece clarividente, su lucidez es de wikipedia: Nadie le come el coño a las putas.