...porque los que saben contar historias pueden cambiar el mundo. Y aquí tenemos los bolsillos llenos de ellas.

(Amaranta)

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...no sé contar las cosas intangibles, pero puedo enumerar todas las que se me quedan en la piel.

(Estrellada)

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... y las arenas atrapahombres, y el sabor a sal, origen de todas las cosas.

(MA)


martes, 19 de agosto de 2014

Mudita

Todos sus amantes la abandonaban a los pocos días con el pretexto infundado de ser una egoísta, y eso no es cierto ni justo. A ella le encanta el sexo oral, muere por tener la cabeza de un hombre entre sus piernas, aunque desgraciadamente nunca ha sido capaz de devolver el placentero favor.

Ahora, con los años, ha descartado los consoladores a pilas como substitutos del cunnilingus -ya sabemos que es por la falta de acelerones en momentos decisivos- y se ha comprado un fox terrier que atiende por el nombre de Brubaker. El can tiene una retirada (en el pelaje, no en la genética) a Robert Redford.


Brubaker es un maestro en el arte del lengüetazo, y nunca –pero nunca- ha reclamado una mutua compensación. Ella se llama Hello Kitty y por capricho de sus creadores no tiene boca.


martes, 22 de julio de 2014

James Brown se me aparece cada mañana encaramado al techo de mi habitación, en posición fetal. Me habla con ese inglés medio gangoso de los afroamericanos marginales, me cuenta cosas de la vida y de la muerte. A veces su memoria se pierde y mezcla algún estribillo de “I feel good”, como si haberla palmado fuese lo mejor que le ha ocurrido nunca. Me dice que se pasó años buscando la felicidad, su felicidad, que conoció mujeres que sabían decir vetealamierdayanotequiero en ocho idiomas y después son incapaces de ser generosas con su lengua en el sexo oral (no les gusta chuparla)
Ayer, por fin, ese negro vicioso y funky me confesó su secreto:

- “solamente he amado a la única mujer que no necesitas verla, únicamente sentirla, para que se te levante (get up, get on up). La música.”




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jueves, 22 de mayo de 2014

CORTOLETRAJE

Llevo años y siglos
dando cabezazos en todas las paredes,
comiéndome los minerales
que fuimos capaces de fabricar,
y, al final, un sólo sentimiento,
una sola pregunta:

¿cuándo follamos?

viernes, 28 de febrero de 2014

PERSPECTIVA

Primera ley universal:
 No se puede odiar a quien te quiere.

Los rusos las llaman perspectivas, sin embargo para nosotros simplemente son avenidas, aunque ella en este preciso momento ha sabido encontrar la verdadera perspectiva de la avenida que los sufre transitar.

Habían aprendido a pensar en frío, para que los recuerdos ineludibles no les lastimaran ningún sentimiento. Falso, es tan imposible como domesticar a un gato.

Alguien está muy jodida, ya no escribe. Tiene nostalgias de aeropuertos y de tazas de café, llora atardeceres y no le importa llevar las mismas medias rotas toda la semana.

Alguien está muy jodido. Ha adivinado cómo se sintió el último dinosaurio. Comprende, como lo comprendió aquella bestia mesozoica, que se desmorona el mundo, su mundo, y no puede hacer nada.

Alguien está muy jodida, ya no lee. Está desmemoriándose poco a poco de una polaca. ¿Qué será lo próximo? ¿Desgranar a la Pizarnik hasta que deje de ser tan putamente claustrofóbica?

Alguien está muy jodido. Nunca debimos dejar de ser animales, las personas no hemos aprendido todavía a relacionarnos, somos como lascas de feldespato que reverberan las palabras. Todos deberíamos ser perros e iniciar con un cunnilingus cualquier acercamiento entre congéneres.

La que está jodida sigue esperando a un hombre que cuando camine haga temblar las avenidas del continente más lejano.

El que está jodido no quiere ser su amigo, eso le haría retroceder puestos en una hipotética lista de futuros amantes.

Segunda ley universal:
Las cosas que no se dicen escriben se mueren.


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martes, 18 de febrero de 2014

Diagonales estrelladas

A miles kilómetros y casi un mes de distancia, sus dedos rebuscaron en el cajón de la mesilla hasta que dieron con la foto que un extraño les hizo en el muelle de Barcelona.
Aquel disparo inmortalizó mil pensamientos, doscientas ganas y dos manos que luchaban contra la fuerza que a gritos las inmantaba. El acohol y el valor hacía mucho que se habían evaporado y con ellos el carmín de los labios que ella habría querido tatuarle por todo el cuerpo en el baño de cualquier bar, en la esquina de cualquier callejón. En la madrugada de la Diagonal.
En la mente de él aún había esperanzas de allanar un portal entreabierto y alargar el alba entre sus piernas, queriendo cuidarla cuanto se dejara, alzando su peso y sosteniéndolo frente a la pared para aliviar esos torturados pies que le hacían caminar a trompicones mal disimulados y arrancarle gemidos ahogados. A ella le habría encantado oírlo, pero él nunca lo pensó tan alto.

Llegaron al puerto y ella cogió un avión que la condujo a los hermanos Grimm. Tierra de amores desgarradores y finales suspensivos, de cuchillos de piedra y libros en inglés.

Se miraron a los ojos, queriendo aproximarse hasta quemarse la piel, queriendo enterrar los miedos de uno en las clavículas del otro y el deseo latente y ardiente en lugares más recónditos. 

- No puede estar escrito en las estrellas lo que no termina en supernova.

Y con la explosión en sus entrañas se dieron media vuelta tratando de no mirar atrás, maldiciéndose por no haberse dado la oportunidad de dejar de ser cobardes.

...


Amanecida y antes del primer bostezo ya había pensado su nombre cincuenta veces. Cogió lápiz y papel y comenzó a escribir las palabras que aquella noche no se dijeron, evitando que volvieran a quedarse en el tintero. Una de esas cartas, quizás, que por miedo a que se lean terminan guardadas bajo llave. 

miércoles, 22 de enero de 2014

Sueños Desordenados



Amanece de mala gana sobre la ciudad, el puerto y la zona sur de la Diagonal están desiertos, parecen tan desamparados como un polígono industrial en día festivo. Ellos caminan sin hablar, él por la calzada, ella por la acera, así ambos parecen de la misma estatura. De madrugada los pasos tienen música: jazz en el rumor de los zapatos sin cordones de él, blues en el eco místico de los tacones de ella. A veces el meñique de sus manos contrarias se roza un instante e inmediatamente ambos las retiran. Él sueña con historias que nunca han sido escritas y ella sueña con besos de vodka. El fuma deconstruyendo finas columnas de humo por la nariz y ella recuerda mentiras de azúcar y regaliz de otros hombres.
                                         - ¿tú sabes lo que es el amor?
                                         - Cargar una escopeta con dos cartuchos y disparar con los ojos vendados.

Una bandada de palomas sobrevuela sus cabezas llevando en sus alas el murmullo de tempestades vencidas. Alguien se acerca pedaleando por el carril bici, “Me amo” de Love of Lesbian le acompaña en su ritmo; una adolescente vomita borracha sobre la alcantarilla, bajo sus pies, en las cloacas, se esconde el sapo que no ha podido reconvertir en príncipe.
- ¿tú sabes lo que es la soledad?
                             - Quitarse la venda y disparar apuntándose en el pecho.

Pronto la calle se llenará de bostezos clónicos, de autobuses saturados de tristeza, de flores de papel de aluminio, de ángeles monoteístas, de llantos de niño, de esperanzas anestesiadas. Ellos siguen caminando con mucho cuidado de no tocarse las manos. Él sueña con encontrar el valor para meterse en un portal a obscuras y comerle los morros, ella sueña con dominar el idioma de los signos, para dibujarle con gestos en el aire las palabras que todavía no se han inventado.

- Todo se reduce a disparar...
                                     - Sí. Tristemente sí. Todo...








(-No es por casualidad que los diálogos sean anónimos, que no sepamos si ha sido él o ella quien pregunta o quien responde-)

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